Friselle
Rebanadas redondas de pan de trigo duro, las Friselle tienen la misma forma que los buñuelos sin ser fritas y se sirven con un aderezo de tomates, condimentados con aceite de oliva virgen extra y sal. Este es el pan de los marineros, cuya receta tradicional desembarca con bienvenida en las mesas de conocedores de los sabores auténticos y naturales.
ORÍGENES
La Frisella parece un donut crujiente pero realmente está hecha con harina de trigo duro y sus orígenes son muy antiguos. Parece ser que las Friselle aparecieron por primera vez alrededor del siglo X, cuando los comerciantes se veían obligados a emprender muchos meses de navegación para llegar a los mercados más florecientes. Por supuesto, en esa época, pocos alimentos se podían conservar y las Friselle, una vez secas, se conservaban por mucho tiempo. Pero las Friselle eran demasiado duras para poder comerlas como si de pan se tratara, así que se ablandaban sumergiéndolas en el agua del mar y luego se aliñaban con aceite de oliva virgen extra.
En el transcurso del tiempo, esta comida sencilla y humilde se ha convertido en una delicia y en un elemento distintivo de la tradición culinaria del sur de Italia. Hoy en día las Friselle se siguen preparando de la misma manera, es decir, que se rocían con agua y se sazonan con aceite de oliva virgen extra, sal y tomate, de la misma manera que su pariente cercano, la Bruschetta.
RECETA
Extremadamente fáciles de preparar, el ingrediente secreto de una Frisella perfecta es el control del tiempo. Efectivamente hay que saber el momento exacto en que, después de haberla puesto en contacto con el agua, la Frisella será lo suficientemente blanda pero todavía agradablemente crujiente para comer. He aquí cómo preparar con unos simples pasos Friselle ¡perfectas!
PREPARACIÓN
Lavar los tomates cherry y cortarlos en 4, poniéndolos en una ensaladera. Aliñar los tomates con aceite de oliva virgen extra, sal y orégano, mezclar cuidadosamente de manera que los sabores se mezclen perfectamente.
Disponer las Friselle en un plato para servir y rociarlas con agua fría para ablandarlas. Cuando su superficie es blanda pero en el centro aún están crujientes, aliñarlas con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Poner los tomates sazonados encima de las Friselle y servir.
DATOS INTERESANTES
Para un sabor más fuerte, en algunas zonas costeras, a la receta básica se añaden boquerones y corteza de limón rallada.