INGREDIENTES
Para el pan:
Una hoja de fragante masa de pan envuelve el cerdo, las aceitunas y el brócoli: la Scacciata Siciliana es un plato tradicional que nunca ha abandonado esta isla mágica; para probarla habría que ir a la casa de una auténtica familia siciliana, con sus carretas, sus artes y sus plantaciones de cítricos; o bien se puede hacer ¡con esta receta!
Para el pan:
Los sicilianos están muy orgullosos de su tierra y sus productos, pero la Scacciata es motivo de orgullo especial. La Scacciata es comida de calle, hecha de pan e ingredientes que vienen del centro de Sicilia, de su tierra cálida y acogedora.
Es difícil encontrar una receta específica de la Scacciata, precisamente porque es uno de los platos que se transmiten de generación en generación, de abuelos a padres y de padres a nietos.
Fuentes extraoficiales afirman que la Scacciata apareció en las mesas sicilianas alrededor del siglo XVII, como plato básico de las comunidades campesinas. La receta se utilizó en las zonas rurales durante el Reino de Sicilia y durante el período de las Dos Sicilias, antes de llegar a las mesas urbanas un siglo más tarde. Según algunos relatos populares, en 1763 el Príncipe de Paternò quería un Scacciata para su mesa navideña, y parece que desde entonces se ha vuelto un plato tradicional para celebrar la Navidad. En Sicilia, actualmente la Scacciata es un plato muy habitual, pero no se hace industrialmente.
Una vez más un plato Siciliano pobre y simple se convierte en comida de ricos, cuyos sabores se convierten en experiencias emocionales inolvidables.
Hacer una Scacciata Siciliana exige paciencia, la misma paciencia necesaria para hacer pan. El sabor de la Scacciata, cuando esté terminada, será distinto de cualquier otro plato que hay probado en su vida. Así que pruébela una vez y ¡la querrá siempre!
Para hacer la Scacciata Siciliana hay que empezar por la masa de pan. Desmenuzar la levadura en un bol, añadir 50 ml de agua tibia y disolver bien con los dedos. Añadir una cucharadita de harina y el azúcar y mezclar; deje reposar la mezcla durante unos 30 minutos, cubriéndola con un trapo seco. Poner el resto de la harina y la sémola en un bol grande. Hacer un hoyo en el centro de la harina y llenarlo con la manteca, la levadura disuelta y el resto de agua tibia. Mezclar bien hasta hacer una bola. Poner la masa sobre una superficie de trabajo y amasar hasta que quede suave y elástica. Forma una bola con la masa, ponerla en un recipiente aceitado, cubrirla con un trapo seco y dejarla en un lugar seco durante una hora, hasta que haya doblado su volumen.
Quitar la piel de la salchicha y desmenuzarla. En una sartén grande calentar un poco de aceite de oliva virgen extra y sofreír el diente de ajo picado. Añadir la salchicha y dorarla por todos los lados, luego apagar el fuego. Lavar el brócoli y cortarlo en trozos; escaldarlo durante unos minutos en agua hirviendo ligeramente salada, luego escurrirlo completamente. Calentar la sartén con la salchicha, añadir el brócoli y saltear. Añadir sal, pimienta y condimentar a gusto con algunos trocitos de pimiento picante; por último, añadir las aceitunas negras deshuesadas.
Dividir la masa en dos y con el rodillo formar dos láminas delgadas. Poner una lámina en la cacerola engrasada, cubrir con el relleno de brócoli y salchicha y, a continuación, cubrir con la otra lámina de masa. Sellar las láminas presionando suavemente con los dedos. Perforar la superficie de la Scacciata con los dientes de un tenedor y dejar reposar durante 20 minutos. Precalentar el horno normal a 200°C, o el horno de convección a 180°C y hornear la Scacciata 30/40 minutos, hasta que la superficie esté dorada y crujiente. Pincelar la Scacciata con aceite de oliva virgen extra y dejar que se enfríe durante 20 minutos antes de cortarla en rectángulos para servir.
Para una realización más práctica puede reemplazar la masa con dos cuadrados de hojaldre; el resultado no será el mismo, pero de todas maneras tendrá una Scacciata muy buena.