Este plato clásico de la comida callejera italiana es una verdadera sinfonía de sabor que logrará transportarte hasta el mar. Una vez que pruebes la fritura de pescado a la manera italiana, nunca volverás a hacerla de otra manera.
Bocados pequeños como pepitas de oro, con un corazón tierno y carnoso envuelto en una capa crujiente: el bacalao frito es el rey indiscutido de la comida callejera italiana.
La pizza frita es una variante de la pizza tradicional en la que la masa esponjosa no se cocina en un horno de leña, sino que se fríe para crear una experiencia de sabores crocantes.
El gnocco fritto es mucho más que una simple alternativa al pan; en efecto, es ideal para acompañar aperitivos y cenas informales, combinando sabor y simplicidad.
La llegada de estas exquisitas bolitas de masa tipo buñuelos, poco comunes en las panaderías locales, muchas veces marca el momento de las festividades en el sur de Italia.
Los panzerotti son unas empanadas fritas de masa leudada rellenas con salsa de tomate y mozzarella. Estas empanadas crujientes y doradas es mejor comerlas calientes, pero ¡espera un momento antes de darles el primer bocado!
Una carroza crujiente con cubierta dorada preparada con pan de molde que encierra la exquisita cremosidad de la mozzarella para dar vida a una auténtica maravilla gastronómica.
Del tamaño de un bocado y rellenos de queso ahumado, los ravioles fritos con ricota, setas y queso Provola son un gran tentempié para una fiesta o para un aperitivo con amigos.