INGREDIENTES
Para hacer 12 arancini
Croquetas redondas fritas de arroz con azafrán, un bocado crujiente que pronto se combinó con un blando centro relleno para volverse uno de los sabores más populares de la cocina italiana, los arancini (o arancino), una especialidad siciliana que tiene todo lo que puedes desear de un tentempié: son llevaderos, se pueden preparar con antelación y son absolutamente gratificantes.
Los Arancini alla Norma son simplemente una variante de las innumerables formas de arancini que se pueden preparar, y se hacen con un relleno de berenjena y tomate en contraposición al relleno más habitual de ragú de carne picada. Es una opción que prescinde de la carne que fácilmente conquistará a todos, carnívoros y vegetarianos por igual.
Para hacer 12 arancini
Los Arancini, o arancino al singular, tiene sus orígenes en la cocina siciliana que se remontan a fines del siglo XIX.
Mientras que los arancini con en el centro ragú de carne picada probablemente son la versión más conocida, que a menudo se puede encontrar en restaurantes italianos en todo el mundo, un paseo por las calles de las regiones del sur de Italia revela incontables maneras en las que los lugareños han adaptado la receta según sus productos locales más populares.
Por ejemplo, no es raro encontrar queso caciocavallo, una cuajada estirada con forma de lágrima, típica de la región Apulia, o Provolone, un queso semiduro preferido en Nápoles; algunos arancini incluso se hacen con ragú de pescado como el popular baccalà (bacalao).
Esta es una receta que se puede adaptar fácilmente según tus preferencias personales o a los ingredientes que tengas a mano, puedes sustituir el relleno con una simple combinación de jamón y mozzarella o pruébalo con un clásico ragú. Si puedes encontrar otros quesos como caciocavallo, pecorino, mozzarella di bufala o provola, también irán igual de bien.
Los arancini los podrás conservar en el frigorífico un par de días después de haberlos cocinado.
En alternativa, prepáralos hasta el paso final antes de freírlos, y consérvalos en el congelador, en bolsas de congelador, para utilizarlos más adelante.
Solo acuérdate de freírlos directamente congelados y darles unos minutos más de cocción.
Aproximadamente una hora antes de la preparación, espolvorea sal uniformemente sobre las berenjenas cortadas para quitarles toda la amargura y drenar algo de líquido.
Cuece el arroz poniendo a hervir el caldo en una cacerola con el azafrán, añade el arroz y cocina a fuego medio hasta que el caldo se haya absorbido completamente.
Apaga el fuego y añade la mantequilla. Deja que el arroz se enfríe durante un par de horas, luego añade el queso parmesano rallado y sazonar con sal si fuese necesario.
Prepara el relleno: calienta un poco de aceite a fuego medio en una sartén grande y saltear la berenjena hasta que esté ligeramente dorada. Añade la pasta de tomate para que se caliente a través de la sartén y, a continuación, retira la sartén del fuego. Añade la ricotta dura.
Ahora puedes formar los arancini: coge un par de cucharadas de arroz en la palma de tu mano, añade una cucharada colmada de relleno, añade un par de cubitos de mozzarella y envuelve completamente el relleno añadiendo más arroz como sea necesario. Repite el proceso con el resto de los ingredientes.
En un bol mediano, mezcla la harina y el agua.
Pon al lado el pan rallado en un recipiente aparte. Calienta el aceite en una sartén honda y cuando esté listo, pasa las bolas de arroz en la mezcla de harina, luego por el pan rallado y fríe durante unos minutos hasta que se doren. Deja escurrir los arancini sobre papel de cocina y sírvelos calientes.
Los amados arancini son celebrados por los sicilianos en toda la isla en la fiesta Cristiana que conmemora a Santa Lucía, la santa patrona de la ciudad de Siracusa, en Sicilia, el 13 de diciembre.
La tradición exige el consumo de granos integrales en ese día, y por lo tanto no se permite el pan ni la pasta, así que los lugareños lo llaman el 'día de los arancini" por una buena razón: las panaderías cierran sus puertas, y numerosas charcuterías y tenderetes callejeros ofrecen unos deliciosos arancini en todas sus variantes, llenando el aire con el sabroso aroma de estas croquetas de arroz fritas en todas las calles.